Hola!! Soy
Meregotín, un indiecito del Valle de los Turmeros de catorce años, nacido y
criado en las riberas del río Paya, no entiendo porque vinieron unos personas
en nombre del Rey y de la iglesia y dicen que fundaron este pueblito, cuando
mis antepasados ya habitaban en este lugar desde hace mucho tiempo. ¡Ummh, ese
cuento no lo creo!. Gracias a Dios he recibido alguna preparación de los
misioneros y además de fomentar nuestra fe católica nos han preparado en la
lectura y escritura. Es verdad así como estamos hoy viviendo a orillas del río
a poca distancia de lo que será la plaza, según dicen; de igual manera mis
padres han vivido cerca del cerro que
llamamos de la Virgen allá en el valle de Guayabita o por acá en el norte, en
la quebrada Rajuñao. Hemos sido esclavizados toda la vida, nos entusiasma que
nos digan ahora que nos tratarán diferente cuando esté construida la iglesia, “Aleluya”
eso sí nos gusta. Ojala los amos, como les decimos, entiendan que somos seres
humanos igual que ellos, que padecemos las inclemencias del tiempo, que nos
enfermamos igual que ellos, que comemos y vestimos. Yo, quisiera poder jugar
con esos niños blancos, que nos miran de lejos como seres extraños. Mis padres
ya mayores han sufrido mucho por nuestras
carencias, pero nos han cobijado a mis hermanitos Capinito y Guacarima, nos han
enseñado a vivir en la pobreza, pero queremos vivir mejor. La esperanza la
tenemos con esta iniciativa de la fundación del pueblo, nos dicen que vendrán
mejores tiempos, tenemos dudas porque sabemos de la avaricia de los amos,
quienes solo les importan las cosechas de nuestros campos cultivados con las
manos del sacrificio y recibir las prebendas para medio vivir. Nos salvamos
porque vivimos de lo que sembramos y de los animales que criamos. Nos dicen que
estamos en el año mil seiscientos veinte, de esto sabemos poco, lo que sí
sabemos es el amanecer y atardecer de cada día. Nosotros no tenemos ni fecha de
nacimiento ni otra, recién he recibido mi bautizo del monje llamado Pablo y me
dio un papelito que dice que fue el dieciséis de marzo de mil seiscientos
diecinueve y allí dice que tenía once años. Seguiré bajo la protección de la
misión y de mis padres. Amén.
Me encanto
ResponderEliminarExcelente relato hermano. Felicitaciones, que bueno sería leelo y compartirlo en las Escuelas del Municipio Mariño, como cuento ilustrativo infantil. Abrazos Concluchino.
ResponderEliminarExcelente relato hermano. Felicitaciones, que bueno sería leelo y compartirlo en las Escuelas del Municipio Mariño, como cuento ilustrativo infantil. Abrazos Concluchino.
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