Eran las cinco y media de la
mañana y Luisín subía paso a paso las escaleras hacia el campanario de la
iglesia, trastabillaba por los efectos de la resaca de la noche anterior. Era
su momento más sano del día, sin embargo antes se había tomado un cafecito negro
con una tapita de caña clara para ponerse a tono. Después de subir agarrado de
las manos la última escalera de metal, bien inclinada, con vista a la calle y
sin ninguna protección, llego al campanario. Allí había dos campanas grandes
que daban la hora de manera mecánica y de precisión. También se encontraba otra
campana para los toques fúnebres y tres campanas más, 2 medianas y 1 pequeña
para los repiques. El tañido de sus campanas ha sido y es un emblema de los
pueblos en general, ¡Ding! ¡Dong!.
El campanario se usa para llamar
a los fieles y dar avisos de hora y otros actos religiosos y festivos. En la
historia del pueblo muchos han sido los campaneros. Luisín ha sido uno de
ellos, el problema para este personaje
es que era más las veces que estaba borrachito que cuerdo. Y cuando
subía las escaleras diagonales, eran muchos los que rezaban en la plaza para
que no le pasará nada no vaya a ser que se resbalará y fuese directo al
pavimento a más de 30 metros de altura.
La otra misión de Luisín era
lanzar los cohetes y demás fuegos artificiales en las distintas festividades,
casi siempre al lado de la iglesia. Luisín tomaba el cigarro con la mano
derecha temblorosa, ya saben porque le fallaba el pulso, y con la izquierda
sostenía el cohetón. En mas de una ocasión no atinaba bien encender la mecha.
Otras veces por fallas del cohete o por el pulso de Luisín, el cohete se
dirigía a los espectadores y paticas pa´que te tengo Punk…Punk. La pirotecnia
era todo un espectáculo, había distintas modalidades como el cohetón, los
petardos o truenos, las tracas (una cuerda que sostiene varios petardos
pequeños, suenan uno tras otro). También se usaban las cadenas, las bengalas,
las bombetas, las fuentes etc. En
determinadas ocasiones se lanzaban los globos, lo cual era mas complicado pero
mas vistoso, este se elevaba por los aires hasta el cielo. Quién no lo
recuerda?
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