Érase una noche decembrina cuando una niña que se llamaría BiancaNieves movió las paticas anunciando que quería venir al mundo.
Su
mamá Albita, angustiada como primeriza, recogió a toda prisa la pañalera
preparada con ropita rosada y blanca, y junto a su joven esposo Pachito salieron corriendo a la maternidad.
La
mamá preguntaba:
—Espejito,
espejito, ¿a qué hora nacerá?
Entonces
el espejo respondía:
—
Paciencia que pronto llegará.
Todos
estaban tranquilos, pues sabían que el espejito siempre decía la verdad. Sin
embargo, cuando llegaron los cuatro abuelitos
y los seis tiitos, volvieron a preguntar.
—Espejito,
espejito, ¿dinos la hora que arribará?
El
espejo contestó:
—Paciencia,
preparen el champagne que pronto nacerá.
Pachito
iba de un lado a otro, mientras Albita cada vez más los dolores de parto sentía.
—Llego
el momento esperado y la subieron al pabellón para dar a luz aquella noche y
para colmo en víspera de los santos inocentes.
En las escaleras todos aguardaban y estaban pendientes que alguien les informara, cuando entonces se prendió el bombillito rosado indicando que había nacido la niña BiancaNieves, y entonces una sanitaria con bata verde abrió la puerta y cargaba entre sus brazos a la niña y la mostraba a la familia allí reunida que asombrados Oh...Oh... conocían a aquella criatura traída por la cigüeña.
Esa
noche todos festejaron mientras Albita se reponía del alumbramiento y la recién
nacida era colocada en la unidad de cuidados y a través del vidrió todos
querían verla de nuevo.
Nadie
quería irse aquella madrugada, los seis tiitos celebraban y los abuelitos felices brindaban. Otros
familiares y amistades se habían incorporado al festejo.
Uno
de los Tiitos frente al vidrio de la unidad de cuidados dijo: — ¿A quién se parece?
Otro
dijo: — ¿Será a la mamá o al papá, o es una mescolanza de los dos?
El
tercero dijo: — ¿Creo que al abuelo Cheito?
Un
cuarto dijo: — ¿Creo que a la abuela Aurorita?
El
quinto dijo: — ¿No, a la abuela Tinita, no hay dudas?
El
sexto dijo: — ¿Uhm…es idéntica al abuelo Pacho?
Bueno,
BiancaNieves creció, y le gustaba comer tajadas de plátanos con queso sentada
en una sillón viendo televisión.
Y el día más importante llegó, cuando un apuesto príncipe llamado Joselín se la cruzó en el camino y vio a la hermosa BiancaNieves, y maravillado por su belleza la cortejó, y al darle un beso en la mejilla, la joven enamorada aceptó. Viajaron al país de las oportunidades. Blancanieves y Joselín se casaron, y viven felices juntos luchando por un mundo mejor.
Mientras su abuelito Pacho insinúa
a BiancaNieves que quiere ser bisabuelo,
jejeje…jejeje
Colorín
colorado, este cuento ha terminado.
Fin
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