Memorias históricas digitalizadas de Turmero No. 157
Comenzaban los
ensayos con semanas de anticipación, todos los niños del colegio deberían
prepararse para desfilar en los días patrios. Esto era obligatorio por
disposición del gobierno. Lo primero que se hacía era conformar la banda
musical, así como descubrir y capacitar a quienes podrían ser los que llevaran
la batuta, quienes ejercen el mando de la marcha pero que tienen que ser
malabaristas a la vez. En la Escuela tenían la
costumbre de utilizar una “Mascota”, es decir, una niñita de Kinder que se
escogía por su gracia y seguridad. Normalmente se llaman a los integrantes de la Banda del año anterior, se
incorporan otros que estaban como sustitutos. Como sabemos las
Bandas de Guerra regulan el paso de las personas que marchan. Intervienen
varios instrumentos de viento y percusión. Los instrumentos que en la banda se tocan son
los siguientes: Marimba, platillos, redoblantes, tambores, bombos, diana,
cornetas, clarinetes, flautas, panderetas y cualquier otro requerido. Cerca de
cuarenta personas pertenecían a la banda, el uniforme era especial, de gala. Pasaban
horas obedeciendo las órdenes del Profesor de Música y las del Profesor de
Educación Física. Paralelamente se hacen prácticas con los niños y niñas. A estos
efectos se elabora un horario que debe ser cumplido con disciplina. Participar
en la Banda y
en los desfiles significa puntos adicionales en las calificaciones como
incentivo. El profesor indicaba los distintos tipos de paso, así como el tamaño
de la zancada. El paso redoblado se usaba para saludar a las autoridades.
Muchas veces solo se marcaba el paso, pero había que marchar de verdad para
obtener la sincronización y resistencia debida. Casi siempre se daban vuelta y
vuelta alrededor del patio de la escuela.
El uniforme de
los marchistas era el uniforme de gala, para los caballeros se requieren
zapatos y medias negras, pantalón azul oscuro, camisa blanca manga corta con
logotipo y corbata azul oscuro. Para las mujeres el uniforme de gala, falda
azul de rayas negras, blusa blanca manga corta con logotipo con un lazo rojo
por el cuello. Las hembras usaban un gorro tipo militar de medio lado.
Ring…Ring…Los
alumnos se despertaron bien temprano para desayunar y poder arreglarse. A las
siete y media de la mañana estaban en el sitio indicado junto a otras
instituciones. Un batallón de militares abriría el desfile y luego las
instituciones públicas y privadas. Se escuchaban los ruidos de los instrumentos
afinándose. El pueblo se agolpaba en las aceras, los familiares siempre
nerviosos eran los primeros en llegar. En la tribuna central estaban ubicadas
las autoridades civiles y militares. A las nueve de la mañana se escuchó el
Himno Nacional “Gloria al bravo pueblo…”, un oficial solicito permiso para
iniciarlo y comenzó el desfile, Tran…tran…tran…unos cuarenta metros separaban a
una institución de otra, el sol pegaba de frente, el calor pegaba más fuerte.
Las bandas encabezaban el desfile y luego seguían los estudiantes. Al pasar por
la tribuna principal se redoblaba el paso, el sudor era notable, ufff…ufff, las
piernas alargadas se levantaban hasta la cintura y la cabeza se volteaba a la
derecha. Los participantes intentaban dar el máximo, se esmeraban, siempre
existían quienes perdían el paso, se desviaban de la línea, se les caía la
batuta o se distraían. La diminuta mascota marchaba desviada, de vez en cuando
una maestra se acercaba para colocarla en el centro. Al cabo de dos mil metros
llegamos al final del desfile.
Todos querían ¡¡¡
agua…agua por favor !!! Los familiares normalmente esperaban por sus hijos y
hermanos. Aquello era un "bururú", se recibían felicitaciones, la mayoría quería
una sombrita. Los militares exigían ciertas normas de comportamiento, nadie
podía quejarse de nada. Se lanzaron fuegos artificiales pum…pum…pum, y globos
en señal de finalización.
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