miércoles, 3 de diciembre de 2014

LA MISS MUNDO - RECUERDOS DE LA INFANCIA - N.G.RODRIGUEZ



LA MIS MUNDO
Antes de comenzar el carnaval todos se preguntaban de qué se va a disfrazar Ramoncito este año?  En los carnavales anteriores se había disfrazado de Marylin Monroe, de Sofia Loren o de Elisabeth Taylor o de la mujer mas bella del pueblo llamada María Gámez. Sus trajes eran elaborados con tela de alta costura y de cortes característicos, lucía prendas y peinado de peluquería. Nos acercamos cerca a donde vivía Ramoncito, un muchacho de piel blanca, alto, con el único defecto que era hombre pero quería ser mujer. De modales femeninos, de voz tenue y refinada y con una coquetería propia de las mujeres mas atractivas. Decenas de personas esperaban el paso desde su casa a la plaza, todo era un enigma hasta que aparecía frente a la puerta de su casa, vestía un traje blanco largo  ceñido al cuerpo y abierto en la pierna derecha hasta mas arriba de la rodilla, con un escote atrevido luciendo un collar de perlas, en su mano izquierda llevaba el guante de la mano derecha descubierta y con uñas largas pintadas de color rosado suave. Una media capa de color rojo llegaba por su espalda hasta las rodillas. La cabellera lucia un peinado recogido y una corona de reina, estábamos en presencia de Mis Mundo en persona, con una sonrisa amplia, dientes blancos y labios rosado oscuro, Ramoncito miraba con altivez  a medida que caminaba con aquellas zapatillas blancas con tacones Luis XVI por la pasarela de las calles del pueblo lanzando papelillos multicolores a quienes lo admiraban. Oh...que bella!!! Gritaba la gente y aplaudía clap…clap...clap. Nadie se metía con aquel hombre vestido de reina de belleza en honor a Elisabeth, una pueblerina que había ido al Miss Mundo y había quedado dentro las finalistas, todos respetaban a Ramoncito. Antes de llegar a la plaza donde lo esperaba medio pueblo, entró al bar de la esquina y todos los hombres le silbaban fiu…fiu, aprovecho para tomarse un trago puro de licor para entonar el cuerpo y continúo su recorrido, al llegar a la plaza la orquesta comenzó a tocar Valses y al son de la música la Mis Mundo bailaba con todos derrochando alegría.
Cola para bailar con la Reina
Los hombres se disputaban un baile con la Reina, desde pasodobles hasta boleros y guarachas, todo tipo de ritmo bailaban durante minutos largos. Aquel hombre disfrazado gozaba de la rueda de personas de todas las edades que disfrutaban del espectáculo. Con aquella coquetería propia de las mujeres  se retocaba el maquillaje, se recogía el vestido, se sentaba en el banco, sonreía y lanzaba besos muack…muacks…al público en medio de aplausos. De repente la Reina señalo que se pegaran a sus espaldas para formar un trencito, se produjeron risas y aplausos.
Pasadas las diez de la noche, Ramoncito ya se veía cansado. Se había tomado unos cuantos tragos entre baile y baile. Ya se resbalaba e iba de lado. Sus acompañantes lo tomaron por el brazo y salieron hacia un costado de la plaza y apuraron el paso de regreso a casa. Sería hasta el año que viene.

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2 comentarios:

  1. Mejor descrito no puede estar primo German. Ese relato es una de las vivencias turmereñas que más grabada está en la mente de los oriundos de tan hermoso y querido pueblo y de quienes lo acogieron como Patria chica. Gracias por dejarlo escrito. Un abrazo

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  2. ,venían gente de otros municipios a ver a Ramoncito...espectacular y la Música de Macías !! Clementina Celis de Torrellas

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