LA MIS MUNDO
Antes
de comenzar el carnaval todos se preguntaban de qué se va a disfrazar Ramoncito
este año? En los carnavales anteriores
se había disfrazado de Marylin Monroe, de Sofia Loren o de Elisabeth Taylor o de
la mujer mas bella del pueblo llamada María Gámez. Sus trajes eran elaborados
con tela de alta costura y de cortes característicos, lucía prendas y peinado
de peluquería. Nos acercamos cerca a donde vivía Ramoncito, un muchacho de piel
blanca, alto, con el único defecto que era hombre pero quería ser mujer. De
modales femeninos, de voz tenue y refinada y con una coquetería propia de las
mujeres mas atractivas. Decenas de personas esperaban el paso desde su casa a
la plaza, todo era un enigma hasta que aparecía frente a la puerta de su casa, vestía
un traje blanco largo ceñido al cuerpo y
abierto en la pierna derecha hasta mas arriba de la rodilla, con un escote
atrevido luciendo un collar de perlas, en su mano izquierda llevaba el guante
de la mano derecha descubierta y con uñas largas pintadas de color rosado
suave. Una media capa de color rojo llegaba por su espalda hasta las rodillas. La
cabellera lucia un peinado recogido y una corona de reina, estábamos en
presencia de Mis Mundo en persona, con una sonrisa amplia, dientes blancos y
labios rosado oscuro, Ramoncito miraba con altivez a medida que caminaba con aquellas zapatillas
blancas con tacones Luis XVI por la pasarela de las calles del pueblo lanzando
papelillos multicolores a quienes lo admiraban. Oh...que bella!!! Gritaba la gente y
aplaudía clap…clap...clap. Nadie se metía con aquel hombre vestido de reina de
belleza en honor a Elisabeth, una pueblerina que había ido al Miss Mundo y había quedado dentro las finalistas, todos respetaban a Ramoncito. Antes de llegar a la plaza donde
lo esperaba medio pueblo, entró al bar de la esquina y todos los hombres le
silbaban fiu…fiu, aprovecho para tomarse un trago puro de licor para entonar el
cuerpo y continúo su recorrido, al llegar a la plaza la orquesta comenzó a
tocar Valses y al son de la música la Mis Mundo bailaba con todos derrochando
alegría.
Cola para bailar con la Reina
Los
hombres se disputaban un baile con la Reina, desde pasodobles hasta boleros y
guarachas, todo tipo de ritmo bailaban durante minutos largos. Aquel hombre
disfrazado gozaba de la rueda de personas de todas las edades que
disfrutaban del espectáculo. Con aquella coquetería propia de las mujeres se retocaba el maquillaje, se recogía el
vestido, se sentaba en el banco, sonreía y lanzaba besos muack…muacks…al público
en medio de aplausos. De repente la Reina señalo que se pegaran a sus espaldas
para formar un trencito, se produjeron risas y aplausos.
Pasadas
las diez de la noche, Ramoncito ya se veía cansado. Se había tomado unos cuantos
tragos entre baile y baile. Ya se resbalaba e iba de lado. Sus acompañantes lo
tomaron por el brazo y salieron hacia un costado de la plaza y apuraron el paso
de regreso a casa. Sería hasta el año que viene.
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Mejor descrito no puede estar primo German. Ese relato es una de las vivencias turmereñas que más grabada está en la mente de los oriundos de tan hermoso y querido pueblo y de quienes lo acogieron como Patria chica. Gracias por dejarlo escrito. Un abrazo
ResponderEliminar,venían gente de otros municipios a ver a Ramoncito...espectacular y la Música de Macías !! Clementina Celis de Torrellas
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