domingo, 28 de diciembre de 2014

LECCIONES PARA MONAGUILLOS - N.G.RODRIGUEZ

Memorias históricas digitalizadas de Turmero No. 162

LECCIONES PARA MONAGUILLOS


La primera lección:
Nelson, mi amigo monaguillo, me presento al Simeón, el sacristán mayor, este me dio la bienvenida y lo primero que hizo fue entregarme una cartilla que contenía la Santa Misa en latín.  Tenía que aprendérmelo de memoria sin tener ningún conocimiento, apenas tenía 11 años. Me explicaron los pasos de una misa y me dijo, lo mejor es aprender ayudando misa de una vez. Simeón ayudó a vestir al Padre Pedro, Nelson preparó el vino  y las hostias. Simeón se sentó a la derecha del altar, solo tenía que hacer lo mismo que Nelson, me entregaron una campañita dorada y después de vestirnos con una cota blanca y sotana roja salimos de la sacristía al altar. Al entrar repicamos la campanita ¡tilín, tilín!; ¡tintín, tintín! y me ubique en el extremo izquierdo del altar.
Simeón y Nelson eran los monaguillos de confianza, la experiencia valía mucho. Observe como Simeón contestaba en perfecto latín.  El Padre Pedro  comenzó diciendo: In nomine Patris et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.  Siguió el Padre y me llamaron la atención algunas frases como estas: Dominus vobiscum. Et cum spiritu tuo.  Al final  de la misa tomamos la comunión y compartimos con el Padre en la sacristía.
Segunda lección:
Llegué temprano el domingo, eran las seis de la mañana, había que aprender a tocar las campanas en el Campanario. Las escaleras eran inclinadas y llegamos a lo mas alto.  Había campanas grandes y pequeñas, había un mecanismo para tocarlas automáticamente. Simeón me explico cómo tomar las cuerdas y dio un repique, había que  tocar dos campanas a la vez  ¡tan, tan, tarantantan!Para los toques fúnebres se utilizaba una campana grande. La hora la daba el reloj de manera automática.
Lo difícil no era subir las escaleras, sino bajarlas. Si pelabas un escalón caerías por una ventana a mas de 50 metros de altura ¡cata,plum!. Si sufrías de claustrofobia no podías subir
La tercera lección:
Dentro del protocolo estaba el ayudar a vestir al sacerdote. Lo primero que había que hacer era conocer los elementos como la estola, casulla, cordón y otros. Igual se preparaba el cáliz y el velo, el vino y el agua en unos envases llamados vinajeras, el copón con las hostias, el incienso, los libros, la patena o platillo y otros elementos. Poco a poco iría acostumbrándome. No podían faltar las bandejas para recolectar las limosnas u ofrendas. Así fue mi comienzo.

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